Partiste a jugarte un Loto

Un hecho afortunado no hace suerte

Un hecho afortunado no hace suerte

Está bastante extendida la creencia que cuando a alguien le ocurre algo extraordinario, entonces debe jugar un número de un sorteo, el Loto en nuestro caso. Suena bastante lógico y se basa en que uno “anda con suerte”. Pero la realidad es otra. La probabilidad de que a alguien efectivamente le ocurra algo tan extraordinario que lo considere como “suerte” es bastante baja, por algo se trata de algo fuera de lo común. Pues bien, que a esa misma persona le ocurran consecutivamente dos hechos extraordinarios, es por lógica consecuencia, aún más infrecuente.

Jugar al azar un Loto y sacarse el premio mayor es indudablemente un hecho extraordinario y si a alguno de nosotros nos pasara, dudo mucho que nuestra primera reacción sea la de jugar a la Lotería o la Polla. Lo mismo puede aplicarse a otros eventos tan insólitos como encontrarse con una persona que no se ha visto en mucho tiempo y que de pronto aparece de la nada, o salvarse jabonado de un accidente, o que uno llegue a un paradero y justo pase la micro que le sirve, que pare y que tenga asientos disponibles, o lo que se les ocurra. Pues si así ocurre, dense con una piedra en el pecho y confórmense con lo que les ha sucedido; les aseguro que las posibilidades de ganarse el Loto si lo juegan ese mismo día no van a aumentar ni un ápice. Si por el contrario, los días pasan unos tras otros sin nada fuera de lo común les suceda, entonces cada vez será más probable que algo increíble vaya a pasarles, aunque no sea necesariamente ganarse un premio. Ahora bien, si son personas de “suerte”, es decir que tienen muchos episodios afortunados, entonces pueden jugarse todos los Loto que quieran.

Y recuerden, una golondrina no hace verano: lo más probable es que cuando se ganen el Loto, ése será el único evento extraordinario que les ocurra en el día, y tal vez en la semana, el mes, el año o en toda la vida. Pero con una vez que pase ya es suficiente, ¿o no?

El sorteo 700

Celebrando el sorteo setecientos

Celebrando el sorteo setecientos

El sorteo #3630 jugado ayer 25 de Noviembre fue el número 700 desde que se juegan 41 números en el Loto. Antes de eso, los ganadores se seleccionaban de 39 números, y antes de eso, el juego original se jugaba con 36. La diferencia de jugar con tales cantidades de números es obvia, las posibles combinaciones ganadoras se multiplican. Con 36 números son 1.947.792, con 39 números aumentan a 3.262.623 y hoy con 41 números las posibilidades son 4.496.388.

¿Cuándo se aumentarán nuevamente los números del Loto? No lo sabemos con seguridad, y sólo podemos especular porqué se ha hecho. Lo más probable es que se quiera, por razones comerciales, que el pozo se acumule más a menudo, pero siempre asegurando que haya ganadores. Cuando comenzó el Loto en el año 1989, la población de Chile era menor a la actual, y la cantidad de apostadores seguramente era proporcionalmente menor. A medida que la población y consecuentemente los apostadores empezaron a aumentar, la frecuencia con que se ganaban los sorteos fue aumentando, y por lo tanto, los pozos no se acumulaban lo suficiente para hacerlos atractivos. No disponemos de los datos suficientes para asegurar que así haya sido. Si bajan la planilla Excel de la página de Polla, verán que se informan ganadores y pozo desde el sorteo 2811 (ya se jugaban 39 números).

La población probablemente no aumente exageradamente los próximos años, y los apostadores tampoco, por lo que es casi seguro que no se aumenten los números en juego. Con la configuración actual, en lo que va de este año ya se han jugado 141 sorteos, de los cuales 92 tuvieron pozos mayores a 500 millones estimados a repartir; en total ha habido 16 ganadores en 14 sorteos, ninguno de los cuales se ha llevado menos de 400 millones. Dan ganas de jugar, ¿o no?

Los números soñados

Un sueño hecho realidad

Cuando se trata de historias de ganadores del Loto, todos hemos escuchado el proverbial “los soñé” cuando se les pregunta cómo escogieron sus números. Yo raramente me acuerdo lo que he soñado, y las pocas veces que lo hago, casi nunca se trata de números, no al menos los que importan para el Loto.

Es un misterio para mi cómo puede alguien soñar precisamente con los números que serán los ganadores de un próximo sorteo. ¿Se verán como en una cartilla?, ¿irán volando?, ¿el soñador los irá descubriendo a medida que transcurre el sueño?; ustedes tendrán sus propias teorías. Y éste es el primero de los problemas; el siguiente no es tan menor: ¿qué hace el soñador cuando despierta?, los anota inmediatamente, o es capaz de rememorar el sueño cuando quiera, o su acompañante los anota mientras Morfeo los balbucea. Como sea, después de una noche reparadora, el personaje tiene a su disposición seis números para jugar.

Si por esas casualidades, a usted amigo que, al igual que yo nunca le ha pasado algo semejante, se encontrara con estos seis números mágicos anotados en un papelito, ¿se atrevería a jugarlos? Apuesto que sí, incluso si nunca ha jugado antes al Loto. Ahora, de aquí a que los números resulten realmente ganadores, hay un trecho enorme.

Tal vez este sea el caso del último ganador del Loto, que se llevó más de 2.600 millones de pesos por su gracia. No sé que será más frustrante: tener la seguridad de que los números ganadores no se pueden soñar, o que sabiendo que sí se puede, yo no tenga la capacidad de hacerlo. En fin, siempre se puede soñar despierto y en esas condiciones invariablemente encuentro la combinación ganadora. Lástima que hasta ahora nunca haya coincidido con la de Polla.

¿Hay alguien por ahí?

Se merece un descanso, aunque sea pequeño

Consciente, quiero decir. Después de estos dos primeros días de celebración todavía quedan algunos con ganas de carretear, y con la perspectiva de dos días más de jarana, están contando las chauchas para comprar más copete, alguna empanada y más copete. Pero aunque ustedes no lo crean, el mundo sigue su curso, y Polla realizó el sorteo #3601 el día 18 de Septiembre, el que no tuvo ganadores en ninguno de sus juegos principales. El pozo que venía acumulado volvió a acumularse y ahora prometen más de 1.700 millones a repartir entre quiénes acierten los seis números.

Afortunadamente hemos vuelto a la “normalidad”, así entre comillas, puesto que se trata de un fin de semana, pero me refiero a que el comercio volvió a su rutina y habrá muchas agencias donde jugar, a menos que la resaca sea tan grande que a algunos se los impida. Como fuere, es recomendable hacer una pausa entre tanto asado y cuecas y pasar por su agente amigo, o entrar a la página de Polla, y jugar algunos pesitos en el Loto, ¿quién sabe?, a lo mejor el financiamiento para la clínica de rehabilitación post 18 se asegura por esta vía.

Ahora nos toca escoger los números. Es interesante notar que el número que lleva más sorteos sin salir es el 19 que no ha aparecido en los últimos diecisiete sorteos. Este número es más bien bajo, pues en general siempre hay uno o dos números que están sobre los veinte e incluso sobre los treinta sorteos sin salir. Esto significa que todos los números han estado saliendo en forma pareja, y en los últimos siete sorteos sólo trece números no han aparecido: 1, 3, 4, 9, 14, 15, 19, 20, 22, 26, 34, 35, 41. Si se sigue la tendencia, al menos tres de estos números debiesen salir ahora. Tres de los cuatro números que llevan más tiempo sin salir (1, 19, 22) han aparecido en 100 ocasiones;  el 3 ha salido 96. El que menos tiempo ha estado sin salir es el 3 que una vez estuvo 28 sorteos sin salir; el que más es el 1 que una vez estuvo 41 sorteos sin salir.

Un penetrante aroma a carne asándose se cuela por la ventana a medida que escribo esto, y como la carne es débil (me refiero a la que está en la parilla y que se puede quemar) temo que debo dejar esto hasta aquí y ustedes deberán enfrentar el resto solos. ¡Salud!