Partiste a jugarte un Loto

Un hecho afortunado no hace suerte

Un hecho afortunado no hace suerte

Está bastante extendida la creencia que cuando a alguien le ocurre algo extraordinario, entonces debe jugar un número de un sorteo, el Loto en nuestro caso. Suena bastante lógico y se basa en que uno “anda con suerte”. Pero la realidad es otra. La probabilidad de que a alguien efectivamente le ocurra algo tan extraordinario que lo considere como “suerte” es bastante baja, por algo se trata de algo fuera de lo común. Pues bien, que a esa misma persona le ocurran consecutivamente dos hechos extraordinarios, es por lógica consecuencia, aún más infrecuente.

Jugar al azar un Loto y sacarse el premio mayor es indudablemente un hecho extraordinario y si a alguno de nosotros nos pasara, dudo mucho que nuestra primera reacción sea la de jugar a la Lotería o la Polla. Lo mismo puede aplicarse a otros eventos tan insólitos como encontrarse con una persona que no se ha visto en mucho tiempo y que de pronto aparece de la nada, o salvarse jabonado de un accidente, o que uno llegue a un paradero y justo pase la micro que le sirve, que pare y que tenga asientos disponibles, o lo que se les ocurra. Pues si así ocurre, dense con una piedra en el pecho y confórmense con lo que les ha sucedido; les aseguro que las posibilidades de ganarse el Loto si lo juegan ese mismo día no van a aumentar ni un ápice. Si por el contrario, los días pasan unos tras otros sin nada fuera de lo común les suceda, entonces cada vez será más probable que algo increíble vaya a pasarles, aunque no sea necesariamente ganarse un premio. Ahora bien, si son personas de “suerte”, es decir que tienen muchos episodios afortunados, entonces pueden jugarse todos los Loto que quieran.

Y recuerden, una golondrina no hace verano: lo más probable es que cuando se ganen el Loto, ése será el único evento extraordinario que les ocurra en el día, y tal vez en la semana, el mes, el año o en toda la vida. Pero con una vez que pase ya es suficiente, ¿o no?

Pozo acumulado busca dueño II

Al cateo de la laucha

Al cateo de la laucha

El premio mayor del Loto aún está huérfano. Hasta el #3713 han pasado 19 sorteos sin que aparezcan ganadores y aunque es una racha bastante grande, no es la mayor que se ha producido desde que se juegan 41 números. Dos veces anteriormente el premio se fue después de 20 sorteos, los que se convertirán en 3 si hoy hay ganadores. En el primero de ellos, #2988, que se jugó el 19 de septiembre de 2010, hubo 2 ganadores que se repartieron más de $5.800 millones, tuvo cuatro números pares (6, 14, 18, 20) y dos impares (17,  27), un primo y cinco no primos; no se repitió ningún número del sorteo anterior y hubo dos números en secuencia y dos con la misma terminación, además tres números habían aparecido juntos cinco sorteos antes (6, 20, 27).

En el segundo, #3115, jugado el 11 de agosto de 2011, hubo un ganador que se llevó más de $5.500 millones; los números ganadores fueron 6, 18, 21, 22, 29, 34, también con cuatro pares y un impar, un primo y cinco no primos, sin repetidos del sorteo anterior y dos en secuencia, pero esta vez sin terminados en un mismo dígito.

Pero existen tres rachas de de 22 sorteos hasta que apareció un ganador y corresponden al sorteo #3137 jugado el 2 de octubre de 2011 donde 5 ganadores se repartieron más de $3.500 millones, curiosamente bastante menos que en los sorteos antes mencionados a pesar que se acumuló más tiempo. El segundo fue el #3352 jugado el 14 de febrero de 2013 y repartió más de $5.200 millones entre 3 apostadores. El último premio súper acumulado fue el #3574 que se jugó el 17 de julio de 2014 que ganaron 2 apostadores y se repartieron más de $5.300 millones.

Como pueden ver, en el Loto todo es posible y hoy el pozo puede acumularse nuevamente, pero seguramente hay millones de personas que están seguras o esperanzadas que no va a ser así. Si tú eres uno de ellas, recuerda que para que eso ocurra como mínimo debes jugar una cartilla. ¡Suerte!

Pozo acumulado busca dueño

Buscando suerte

Buscando un ganador

Nadie se llevó el pozo del Loto y ya van 17 sorteos (casi un mes y medio) sin que se registren ganadores. Seguramente dentro de poco aparecerán uno o más suertudos que se repartan el premio y esto tiene que ver más bien con la cantidad de cartillas que se juegan que con la cantidad de sorteos que han pasado sin ganadores. Efectivamente, la cantidad de apuestas aumenta dramáticamente a medida que el pozo se acumula, pues hay más personas interesadas en jugar, y la mayoría de jugadores “esporádicos” prefiere jugar al azar. Sospecho que la cantidad de cartillas iguales que pueda generar el sistema de apuestas al azar debe ser bastante baja, ya que hay más de 4 millones de combinaciones desde donde escoger. Por lo tanto, mientras más personas jueguen al azar, más combinaciones distintas participan y por lo tanto menos posibilidades de que una combinación no jugada sea la ganadora.

No se engañe nadie pensando que ahora es la oportunidad de jugar y ganar, ya que, aunque la probabilidad de que ahora aparezca un ganador es mayor, individualmente la probabilidad de que su cartilla sea la ganadora sigue siendo la misma: una o dos entre 4.496.388 combinaciones posibles si juegas una o dos cartillas diferentes.

Una cosa sigue siendo segura: para tener alguna posibilidad de ganar el Loto, hay que jugar al menos una cartilla. Esta puede ser al azar, con tus números de siempre o producto de un estudio estadístico acabado. Finalmente, la probabilidad de cualquiera de ellas será la misma, pero, si está basada en estadísticas al menos las decisiones sobre qué números jugar dependerá sólo de nosotros. ¡ Buena suerte a todos los apostadores !

Los números soñados

Un sueño hecho realidad

Cuando se trata de historias de ganadores del Loto, todos hemos escuchado el proverbial “los soñé” cuando se les pregunta cómo escogieron sus números. Yo raramente me acuerdo lo que he soñado, y las pocas veces que lo hago, casi nunca se trata de números, no al menos los que importan para el Loto.

Es un misterio para mi cómo puede alguien soñar precisamente con los números que serán los ganadores de un próximo sorteo. ¿Se verán como en una cartilla?, ¿irán volando?, ¿el soñador los irá descubriendo a medida que transcurre el sueño?; ustedes tendrán sus propias teorías. Y éste es el primero de los problemas; el siguiente no es tan menor: ¿qué hace el soñador cuando despierta?, los anota inmediatamente, o es capaz de rememorar el sueño cuando quiera, o su acompañante los anota mientras Morfeo los balbucea. Como sea, después de una noche reparadora, el personaje tiene a su disposición seis números para jugar.

Si por esas casualidades, a usted amigo que, al igual que yo nunca le ha pasado algo semejante, se encontrara con estos seis números mágicos anotados en un papelito, ¿se atrevería a jugarlos? Apuesto que sí, incluso si nunca ha jugado antes al Loto. Ahora, de aquí a que los números resulten realmente ganadores, hay un trecho enorme.

Tal vez este sea el caso del último ganador del Loto, que se llevó más de 2.600 millones de pesos por su gracia. No sé que será más frustrante: tener la seguridad de que los números ganadores no se pueden soñar, o que sabiendo que sí se puede, yo no tenga la capacidad de hacerlo. En fin, siempre se puede soñar despierto y en esas condiciones invariablemente encuentro la combinación ganadora. Lástima que hasta ahora nunca haya coincidido con la de Polla.