Combinaciones entretenidas

Marcas en el suelo

Figuras con puntos

De vez en cuando el Loto nos entrega combinaciones ganadoras “entretenidas”, esto es, que la disposición de los números ganadores en la plantilla forman figuras simpáticas, llamativas o conocidas. Naturalmente, las figuras que se forman pueden ser o no significativas según el ojo que las mire, y lo que unos interpretan como un signo, para otros puede ser un mamarracho.

Por lo mismo, es muy complejo llevar estadísticas respecto a cuántas figuras se han formado en los sorteos Loto, cual es la más repetida, etc., sobre todo si consideramos que existe más de una forma de ordenar los números en plantillas. Si han llenado volantes del Loto en una agencia o a través de teléfonos inteligentes, habrán visto que las cartillas tienen seis filas por siete columnas (con un blanco en el lugar del número 42), en cambio, si han jugado en línea a través navegadores tradicionales (Explorer, Chrome, Mozilla, Opera, etc.) habrán notado que allí las cartillas tienen cinco filas por nueve columnas (con cuatro blancos en la última fila); esto hace que una “figura” formada por los números ganadores en una cartilla, no se parezca a nada en la otra configuración.

Pero independientemente de dónde hayamos visto la figura, para que atraiga nuestra atención es muy probable que tenga alguna simetría entre filas y/o columnas, y esto ya es otra cosa. Si bien, como ya sabemos, cualquier combinación de seis números tiene la misma probabilidad de salir, para formar una figura con alguna simetría es necesaria una suerte de patrón que la rija, y el azar ha probado que es poco amigo de los patrones (y no me refiero a empleadores).

Esto es lo que pasó en el último sorteo del Loto, cuyos números ganadores se ordenan simétricamente respecto del eje formado por la columna 6, 15, 24 y 33 en una plantilla de cinco filas por nueve columnas. Esta formación no tiene ninguna particularidad en una plantilla de seis filas por siete columnas. Así que si quieres hacer alguna figura con tus números, ¡adelante!, siempre existe la posibilidad de que aparezca como ganadora.

Tres números terminados en 3

Los tres te están mirando

El sorteo anterior fue la cuarta oportunidad en que salieron tres números terminados en el dígito 3, todas ocurridas dentro de los últimos seis meses. Lo interesante de esto, es que la anterior vez que sucedió fue el 1 de Mayo de 2014 y lo comentamos con motivo de las estadísticas de este mes. Más interesante aún es que esos números son los mismos fueron los que salieron ayer: 3, 13 y 23. Las dos veces anteriores, los números que salieron en ambas fueron 3, 23 y 33. Pero lo que me sorprende aún más es que en estos dos primeros sorteos se repitieron cinco de los seis números: 3, 7, 12, 23 y 33.

Veamos qué sucedió al sorteo siguiente para prepararnos para el próximo. De las tres veces, después de aquellas dos donde apareció el número 33, se repitió el número 3,  la distribución de pares e impares fue 3-3 y hubo dos parejas de números terminadas en el mismo digito (2 y 3, 0 y 1). Después de las dos ocasiones jugadas en 2014, apareció el número 41, la distribución de primos y no primos fue 2– 4 y no hubo números en la decena del 10. En dos ocasiones, al sorteo siguiente apareció el número de la terminación que faltaba: 13 la primera vez y 33 la segunda. Por último, siempre la suma de los números ganadores fue menor que 100 y al sorteo siguiente fue mayor que 100. Pueden ver los resultados completos aquí.

Y ¿qué podemos hacer con esta información? Todo o nada. De partida jugar números que sumados totalicen más de 100, jugar el 41, no jugar ningún número terminado en 3, buscar dos parejas de números terminados en el mismo dígito (6 y 9 recomienda el Apostador), no elegir ningún número entre 10 y 19. O ninguna de las anteriores. O una combinación de ellas. Ya saben que no hay una fórmula infalible; yo me la jugué por números pares la vez pasada y saqué huevo de pato, como decía mi abuelo, que le gustaba jugar a la Escoba.

Martes 13

gato negro

Mala suerte

Para muchos supersticiosos, el día martes 13 sigue siendo de mala suerte y se privan de viajar, desde luego de casarse, y los más fóbicos, incluso de salir de sus casas. Otros pocos, como para darle una vuelta de tuerca a la mala suerte, hacen exactamente lo contrario. Pero la gran mayoría prácticamente no se fija en la fecha salvo como una anécdota. El origen de la superstición no es claro, pero conjuga dos factores: el día martes, que se atribuye al día de la semana en que habría caído Constantinopla, y la fecha 13, que provendría de los 13 invitados a la última cena, siendo Judas el fatídico 13. Esto explicaría por qué está arraigado principalmente en las culturas cristianas, sobre todo española y latinoamericana.

Como fuere, el martes es uno de los días de la semana en que se realizan los sorteos del Loto y no son muchos los sorteos que han correspondido al día 13. Desde que se juegan 41 números en el Loto, sólo ha habido seis sorteos jugados un martes 13. Los números más sorteados han sido: en el Loto 2, 11, 15, 19, 24, 26, 28 y 38 en dos ocasiones cada uno; en la Revancha fueron el 4 (4 veces), 9 (3 veces), y 20, 22, 27 y 41 (dos veces); en el Desquite fueron el 3, 9 y 14 (3 veces), 18, 20, 28, 34 y 41 (dos veces). Los números 6 y 32 no han salido en ningún juego en todos los sorteos jugados en martes 13. El número 13 ha salido sólo una vez en un juego de la Revancha. El número más sorteado entre todos los juegos sorteados es el 9, en siete ocasiones, seguido del 3, 4, 28 y 41 en cinco ocasiones.

En todos los juegos Loto, salvo en un sorteo, siempre se repitió al menos un número del Domingo 11, en una ocasión se repitieron tres números, y en otra se repitieron dos. Lo mismo sucedió en el Desquite, donde en cinco ocasiones se repitieron dos números del sorteo anterior. En la Revancha en cambio, en una ocasión se repitieron tres números del día Domingo 11 y en otra ocasión sólo fue uno.

Buena o mala suerte, lo más seguro es que no tendrás ninguna posibilidad de ganarte el Loto si no lo juegas. Por mi parte voy a probar con los números que no han salido (6 y 32), y voy a repetir un número: me tinca el 9. Ya veremos que resulta.

El que no se atreve no cruza el río

Atreviéndose a saltar

En el sorteo anterior salieron sólo números pares, incluidos dos de los que llevaban más sorteos sin salir. Esto no debería sorprendernos mucho, ya que habíamos anticipado que Mayo era pródigo en números pares, aunque esta es la primera vez que en este mes aparecen seis pares en la combinación ganadora. Donde me quiero enfocar ahora es en el hecho que el número más bajo que apareció fue mayor que 10.

A la fecha de hoy se han jugado 613 sorteos y en 104 de ellos han sido sorteados sólo números mayores al 10, es decir un poco más de uno cada seis sorteos. El mayor número que ha sido el menor de la combinación ganadora es el 28, en dos ocasiones. El número 11 es el que más veces ha sido el menor, en veinte ocasiones. Por otro lado, los números 21, 25 y 27, nunca han aparecido como el menor en la combinación ganadora. El mayor número que teóricamente podría ser el menor de la combinación ganadora es el 36, pero eso significa que los otros números deberían ser 37, 38, 39, 40 y 41, lo que parece bastante inverosímil; el que dos veces haya salido el 28 como menor número ya es bastante llamativo.

¿Qué posibilidad existe que vuelva a salir un número mayor que 10 como el menor? Diez veces  ha ocurrido que en dos sorteos consecutivos del Loto el número menor fue un número mayor que 10, y en cuatro ocasiones fueron tres los sorteos consecutivos donde esto se produjo. Esto significa que, en total, dieciocho veces el valor mínimo en una combinación ganadora fue mayor que 10  después de que en el sorteo anterior hubiera pasado lo mismo, es decir el 17% de las veces.

Yo sé que es difícil no elegir un número entre el 1 y el 10, pero les doy un dato adicional: en estos 104 sorteos ha habido sólo siete ganadores, en siete sorteos diferentes; sólo una vez se llevaron un pozo menor a $1.000 millones y dos veces fue superior a $2.000 millones. Las probabilidades están en contra, pero ¿qué tenemos que perder?