El caso de las cuaternas

Los que casi siempre aparecen

Los que casi siempre aparecen

En el pasado sorteo #4041 de Loto, no se repitieron números del sorteo anterior, tampoco aparecieron números terminados en un mismo dígito y tampoco aparecieron números en secuencia. Esto ha sucedido en 36 de los 1.111 sorteos del Loto, y sólo en una oportunidad ocurrió en dos sorteos consecutivos; fue en los sorteos #3902 y #3903 realizados los días 21 y 23 de agosto de 2016. En promedio, esta particularidad ocurre en uno de cada 31, y ya habían pasado 52 desde la última vez que pasó. A pesar de esto, yo no me la jugaría porque vuelva a ocurrir en el próximo sorteo, aunque nunca se sabe.

Igual de extraordinario es el hecho que escogiendo cuatro números cualquiera de los seis números de la última combinación ganadora, ese cuarteto nunca antes haya aparecido, incluso incluyendo el comodín. En general siempre hay cuartetos formados con números de una combinación ganadora que nunca antes han aparecido, pero que ninguno lo haya hecho no sucedía desde hace poco más de 400 sorteos. Ustedes se darán cuenta cuando el Apostador tuitee la cantidad de premios que la última combinación ganadora habría obtenido si se hubiese jugado en todos los sorteos anteriores: sólo súper duplas y ternas. Aunque esto es poco común, no es tan sorprendente, pues existen 101.270 cuartetos posibles y en el Loto han aparecido hasta el sorteo #4041 un total de 16.665 cuartetos, 15.379 de los cuales son diferentes. Un cuarteto ha aparecido 4 veces (19, 23, 31 y 38), 64 lo han hecho en 3 oportunidades y 1.155 han salido 2 veces. Haciendo los cálculos correspondientes, aún quedan 85.891 cuartetos diferentes por aparecer. Cada combinación ganadora aporta 15 cuarteos, por lo que no debería ser tan improbable que fueran sólo cuartetos inéditos, más bien al contrario.

Así que si escogen 6 números y los comparan con los resultados anteriores y les aparecen una, dos o tres cuaternas, o bien no les aparece ninguna, entonces su cartilla tiene posibilidades de que sea ganadora en el siguiente sorteo. Ahora si les aparece una quina, no estén tan seguros, pues sólo en 26 ocasiones una combinación ganadora de un sorteo obtuvo una quina en otro sorteo anterior. Ni hablar del Loto.

Tanto va el cántaro al agua …

... que termina por romperse

… que termina por romperse

Después de 55 sorteos del Loto, finalmente se repitieron 3 números del sorteo anterior (recordemos que el promedio es de 1 cada 33). Hago este comentario para que se convenzan que en algún momento los datos del Apostador se van a cumplir, y esto podría darnos alguna ventaja. En el caso particular del que estamos hablando, significa que podríamos haber asegurado al menos una terna, pero tendríamos que haber jugado 20 cartillas, pues se pueden formar 20 tríos distintos con los seis números de una combinación ganadora. Si hubiésemos jugado sólo al Loto, habríamos tenido que invertir $20.000 y la terna nos habría reportado $1.050. ¿Mal negocio? No necesariamente.

El anterior es el peor de los casos. Para jugar en forma racional (y consecuente), deberíamos haber escogido 3 números fijos que habríamos combinado con cada uno de esos 20 tríos. Supongamos que uno de esos números hubiese sido el comodín, entonces la terna se habría transformado en súper terna y además habríamos obtenido 9 súper duplas, es decir $1.340 + 9 * $1.000 = $10.340. Mejor. Ahora, si en vez del comodín hubiésemos escogido otro de los números ganadores, entonces la terna habría sido cuaterna y las súper duplas habrían sido ternas, es decir habríamos obtenido $3.030 + 9 * $1.340 = $15.090. Bastante mejor. Si hubiesen sido el comodín y otro número ganador, ya habríamos tenido ganancias, pues sólo la súper cuaterna reportaba $21.940.

El problema es, primero, ¿cuántos sorteos habríamos estado apostando $20.000 antes que efectivamente se repitieran los 3 números del sorteo anterior?, y segundo, ¿qué tan seguros estaríamos de haber escogido al menos 2 de los números ganadores? Como ven, para ganar hay que atreverse y estar dispuestos a perder, y bastante, pero la recompensa podría ser muy, muy grande.