Súper Loto

Buscando el premio mayor

Ahora sí que se puso bueno el Loto, tanto así que es noticia en todos los noticieros y periódicos del país. No es para menos, se trata del mayor premio que un juego de azar haya repartido: $7.200 millones estimados a repartir a quiénes acierten los seis números de la combinación ganadora. Menos el 2% de comisión para la agencia vendedora (aunque si se vende por internet, sin agencia de por medio, igual va el descuento), menos pitos y flautas, usualmente el pozo sería menor a $7.000 millones, sin embargo, todo dependerá finalmente de las apuestas que se jueguen hasta el martes, lo que podría incluso hacer llegar el pozo a bastante más que lo estimado en un principio..

Han pasado 39 sorteos desde la última vez que apareció un ganador del Loto. En la anterior ocasión con más sorteos sin ganador pasaron 34 sorteos, con un estimado a repartir de $4.590 millones. Recordemos sí, que el mayor pozo entregado fue de $6.200 millones estimados a repartir, los que se acumularon durante 20 sorteos y se llevó un solo apostador. Alguna vez comenté acerca de lo extraño que resulta que con tan pocos sorteos sin ganador (20) se haya acumulado tanto el pozo en aquella ocasión y ahora se hayan necesitado tantos para reunir una cantidad similar; curioso, por decir lo menos.

No hay recetas para acertar al próximo sorteo. En realidad, salvo por el monto del pozo, este sorteo es igual a cualquier otro y cada número tiene las mismas probabilidades de aparecer. Una cosa les diré: los números 20, 23 y 34 aparecieron juntos hace 19 sorteos y no han vuelto a aparecer. Nunca antes había pasado con tres números. Con dos sí había ocurrido, incluso dos números pasaron sin salir 23 sorteos juntos. Lo que quiero decir es que cualquiera de los tres es una buena opción para jugar. Si escogieron uno, ahora sólo deben encontrar cinco números que lo acompañen.

Abuso de poder

Todo exceso es malo

Todo exceso es malo

Recientemente un extranjero me hizo un comentario sobre la particular forma que tenemos los chilenos para referirnos al día actual: “hoy día”; según él basta con “hoy”. No deja de tener razón y eso me ha llevado a fijarme en otras muletillas que tenemos. La que más me llama la atención es el uso casi indiscriminado de la frase “para poder”. En este caso, creo que se trata de nuestra inveterada costumbre de ocupar muchas palabras para decir lo mismo, no sea cosa que alguien nos tilde de inculto.

Dice una autoridad: “estamos haciendo todos los esfuerzo posibles para poder dar solución a los problemas de la gente”. Esta frase, e innumerables otras del mismo tenor, serían mucho más asertivas si no tuviesen la mentada palabra “poder”, pero tal como está, deja espacio para preguntarse si en realidad se están haciendo todos los esfuerzos posibles para encontrar una solución. En la mayoría de los casos no creo que esto se haga en forma consciente lo que reafirma la idea de arraigo profundo en nuestro actuar. Fíjense en cualquier comentarista, periodista, político, empresario, sacerdote, deportista o bloguero: independientemente de su género, impajaritablemente usará la citaba fórmula “para poder” con regularidad.

En realidad este par de palabras debería ser utilizado en pocas ocasiones. Si hacen el ejercicio de recitar cualquier frase que contenga “para poder”, encontrarán un dejo de condicionalidad que en la mayoría de los casos no debiera tener: “estos son los requisitos para poder postular” (totalmente innecesario), “se asignaron recursos adicionales para poder mejorar el servicio” (con más recursos ¿se mejorará o no el servicio?), etc. Una de las pocas ocasiones en que este uso es correcto, es el que se ha repetido muchas veces en estos comentarios: necesariamente deben jugar al menos un Loto para poder ganárselo.