La Revancha está más acumulada que el Loto

El pozo de la Revancha para este domingo (6/10/2013) es un poco menos del doble del Loto, entonces, ¿porqué no jugar a la Revancha?

Pero, ¿cómo se hace para jugar a la Revancha?  Fácil, hay que jugar al Loto ($700) + Revancha ($200).  La gracia aquí es que los números que hay que jugar son los que creemos que van a salir en la Revancha y, para encontrar estos, debemos fijarnos en las estadísticas de este juego, que son distintas a las del Loto.

Por ejemplo, el número 29 es uno de los que menos han salido en el Loto (68 veces en 521 sorteos); en cambio en la Revancha es el número que más ha salido (96 veces de 521).  Otro ejemplo, el 27 lleva 27 sorteos sin salir en el Loto, pero acaba de salir en la Revancha.

¿Es más fácil ganarse la Revancha que el Loto? Definitivamente no, las probabilidades son las mismas, sin embargo en estos 521 sorteos, 62 veces se han ganado el pozo del Loto (1 o más personas) y sólo en 49 se han llevado la Revancha.  Parece que en realidad es más difícil, pero lo que yo creo es que nadie juega a (escoge los números pensando en) la Revancha y se la ganan por «rebote».  Esto me hace pensar que si juego a la Revancha, a lo mejor por «rebote» me gano el Loto.

Usando El Apostador

De vez en cuando me hago la pregunta ¿qué haría si me saco el Loto?  Las posibilidades son muchísimas y dependen del pozo acumulado, pero una condición se debe cumplir necesariamente para poder acceder al premio mayor, y esta es que debo jugar al menos un número (en realidad son 6, pero ustedes me entienden).

¿Cómo elegir los números ganadores?  Esta es la pregunta del millón de dólares (aunque muchas veces es bastante más que eso).  La mayoría de la gente juega al azar, otros utilizan números que representan fechas significativas para ellos.  Los hay también que siguen una combinación por años y años, y los que como yo, sienten que se van a ganar el Loto cada vez que juegan, usando números recién elegidos con una combinación de todos los anteriores.

La realidad es que muy pocos son los que aciertan los números ganadores, y la mayoría de las veces lo hacen por casualidad y sin saber muy bien porqué los escogieron.  Para todos los demás, que vemos cómo se embolsan su chequecito, no es más que una tremenda cueva.  La que nosotros no tenemos.  Y después de algún tiempo de decepciones, nos decimos: ¡nunca me voy a ganar el Loto!, hasta que un pozo acumulado nos vuelve a tentar.  Y volvemos a jugar sin mucha convicción, pero con mucha fe/esperanza/resignación/deseo/emoción/certeza … dependiendo de nuestro estado de ánimo al jugar.

Yo por mi parte he llegado a la conclusión que, no importa cómo elija mis números, nunca voy a acertar …  a menos que utilice un método que me indique qué números jugar.  Nadie conoce una fórmula infalible, pero peor que lo que me ha ido hasta ahora no me puede ir.  No rebelaré ahora los números que escogeré para el siguiente sorteo ni cómo lo hice (prometo hacerlo más adelante), lo que si haré es utilizar la información de El Apostador.