¡Bicampeones!

La Copa Centenario para los mejores

Probablemente ustedes, como yo, estuvieron pendientes de la Copa América Centenario, la que finalmente ganó Chile. Si tienes más de 30 años, como yo, que tengo bastante más que eso, encontrarás este hecho increíble, más aún si este campeonato se logró casi un año después de haber ganado nuestra primera Copa América. Si tienes menos, es posible que estés pensando: “y qué tanto, todavía no somos campeones mundiales”. La diferencia se explica simplemente porque los logros de este equipo son consecuentes con su talento, dedicación y confianza, en cambio antes siempre “faltó una chaucha pa’l peso” y nos quedábamos con las ganas de celebrar.

La forma de disfrutar también es distinta en ambos casos; no digo que sea mejor una que otra, pero para los mayores es una alegría que viene a mitigar tantos sinsabores, cuando estuvimos seguros de que íbamos a conseguir algo y, por alguna razón, injusticia o fatalidad, todo se iba al carajo. Ahora en cambio la celebración es el corolario natural. Un sentimiento sin embargo es común: el agradecimiento a ese grupo de jugadores por ser como nosotros creemos que seríamos si estuviésemos jugando.

Sin embargo las alegrías son efímeras y ya se está pensando en el siguiente desafío. Yo me quedo con la constatación de que el esfuerzo y el trabajo bien hecho siempre tiene una recompensa.

De vuelta a la rutina

Se acabó el fútbol

La cruda realidad

Se acabó la Copa América y luego de celebraciones, análisis, anécdotas y demás, ha quedado una sensación de vacío en muchos. No basta la repetición hasta el infinito de la tanda de penales, ni escuchar el relato de los mismos por distintos locutores, radiales o televisivos. Tampoco ha bastado leer los llantos del otro lado de la cordillera. Y es que al salir campeones lo que pasó es que se cumplió el objetivo y ya no queda más. Cuando antes éramos eliminados en etapas tempranas de cualquier torneo, el término del mismo no implicaba que nos olvidáramos de él, porque quedábamos rumiando la derrota, y le dábamos vueltas y vueltas pensado si hubiese pasado esto o aquello, y si esto o si lo otro. Precisamente lo que está pasando con nuestros vecinos. Es bien sabio lo de “las alegrías son efímeras y las penas son eternas”.

Así que mientras aparece un campeonato del que tengamos que preocuparnos por ganar, podemos dedicarnos al Loto y sus derivados. El Desquite, que estaba acumulado, fue acertado por un apostador en el sorteo #3725, así que ahora sólo quedan acumulados el Loto, con cerca de 2.000 millones estimados a repartir, y la Revancha con algo más de 1.600 millones a repartir.

Entre los datos de El Apostador se indica que hace mucho tiempo no aparecen 6 números impares, o sea, 186 sorteos o 1 año y dos meses atrás. Esto ha sucedido 10 veces, pero sólo una de ellas ocurrió en el mes de Julio, aunque sólo 3 se registraron durante meses del primer semestre. De forma similar, 9 veces han salido 5 números primos, la última vez hace 151 sorteos o hace casi un año; dos de estas veces ocurrió en el mes de Julio. Como sabrán, existen 13 números primos entre los primeros 41, y sólo uno de ellos es par, así que no sería raro que alguno de estos pronósticos se cumpla en el sorteo de mañana. De vuelta a la rutina, juega tus números: si Chile salió campeón al fin, cualquier cosa puede pasar.

A llorar a la FIFA

Casi llegamos a penales. Nos hicieron trampa!

Casi llegamos a penales. Nos hicieron trampa!

Ya han pasado varios días desde de que la selección chilena de fútbol derrotara a “su similar del Uruguay” (siempre quise escribir este clisé del periodismo deportivo). No necesito decir lo que han dicho los uruguayos al respecto, sólo especulo sobre lo que les faltó decir: “ … nosotros vinimos a ganar la Copa América, no a jugar fútbol”. Pretextos para justificar su inapelable derrota han sido muchos, desde insinuar que el árbitro estaba comprado o que existe una conjura internacional para perjudicar al Uruguay, hasta decir que Chile jugó en forma desleal o antirreglamentaria.

Lo de los uruguayos no es extraño, es inherente a todos los jugadores de fútbol en general (incluidos los chilenos) y, últimamente de casi toda actividad: la culpa siempre es de los demás, nosotros siempre hacemos lo correcto y por lo tanto somos los legítimos ganadores y si no es así entonces alguien externo es el responsable. En el caso del partido, lisa y llanamente, los uruguayos jugaron pensando en ir a penales, utilizando el recurso de los desesperados, apostando todas sus fichas a una tómbola. Jugaron a no perder y cuando se vieron 1-0 abajo, su desesperación fue total porque sabían que no tenían ninguna posibilidad de hacer un gol. ¿Quién diría que un equipo así continua una tradición de un país que ha ganado 15 copas continentales? Es probable que existan algunos que defiendan la forma de jugar de los uruguayos, pero a mí siempre me ha parecido mezquina, mañosa y últimamente pobre técnicamente; sus mejores armas son ahora la boca y la historia. Un fútbol miserable. El resto es anécdota: lo que pasa en una cancha de fútbol se queda en la cancha.

No será el último partido entre Chile y Uruguay, ya se vienen las eliminatorias del próximo mundial, y seguramente tendremos polémicas y recriminaciones, manos negras e indignadas declaraciones, pero por esto es, entre otras cosas, que nos gusta el fútbol. Ojalá estemos nuevamente en el bando de los ganadores. Mientras tanto tenemos el resto de la Copa y obviamente, el Loto que se sigue acumulando.

Todo listo, todo dispuesto

Un partido con historia

Tú ¿y cuántos más?

Se viene la Revancha con todo. Y aunque estoy pensando en el Loto, esta reflexión también es válida con el fútbol, pues el próximo miércoles 24, día de san Juan, se enfrentarán una vez más Chile y Uruguay, por cuartos de final de la Copa América, y cuyo último partido jugado en Chile terminó con una victoria de los uruguayos (1-2), pese a que no fueron los dominadores del encuentro.

En ambos casos el premio es bastante grande: un par de millones de dólares es lo que se estima a repartir en el sitio de Polla en el caso de la Revancha del Loto, y en la Copa América es el paso a la semifinal contra un contrincante en apariencia más débil (Bolivia o Perú). Así mismo, en ninguno de los dos casos el ganador es seguro. En lo que se refiere a la Revancha, ya van 21 sorteos sin ganador, pero de los 70 sorteos en que ha habido ganadores en la Revancha, en 8 ocasiones los ganadores aparecieron después de jugarse 22 o más sorteos sin que los hubiese, siendo lo máximo 34 sorteos sin ganador. Y en cuanto al fútbol, de los 77 partidos jugados contra Uruguay, se han ganado 16, empatado 18 y perdido 43. Pero ellos no cuentan hoy con su mejor carta, Luis Suárez, por un incidente ocurrido en el pasado Mundial y que ya comentamos anteriormente, así que yo creo que las probabilidades están de nuestro lado.

No queda más que jugar al Loto con Revancha mañana y a sentarse a disfrutar un buen partido de fútbol el miércoles. Eso sí, jugar al Loto te saldrá bastante más barato que ir al estadio, pues si no compraste la entrada con anticipación, hacerlo en la reventa te va a costar más de veinte veces su valor original. Bueno si aciertas al Loto, la Revancha o incluso el Desquite mañana, el costo será un pelo de la cola.